Cómo Enseñar a Tu Perro a Venir Cuando Lo Llamas: educación canina-Paso a Paso
La llamada es uno de los comandos más importantes y útiles que podemos enseñar a nuestro perro dentro de la educación canina. Sin embargo, su enseñanza puede ser un reto, ya que los estímulos del entorno pueden ser más atractivos que acudir a nosotros. Si no se realiza correctamente, podemos reforzar conductas no deseadas, como ignorar la llamada o incluso salir corriendo.
En este artículo de educación canina, aprenderás cómo enseñar la llamada de manera efectiva, avanzando progresivamente según el nivel de control que tengas sobre tu perro y evitando los errores más comunes. Este proceso es crucial para garantizar que tu perro venga a la llamada de manera segura, especialmente en ambientes con distracciones.
¿Qué Hago para que Mi Perro Venga Cuando le Llamo?
Que tu perro no acuda cuando le llamas ess una de las mayores preocupaciones para quienes tenemos un perro, la falta de respuesta a nuestra llamada.
Esta es, además, una de las consultas más frecuentes que reciben los educadores caninos:
- “Tengo miedo de soltar a mi perro en la calle por si no vuelve.”
- “Mi perro nunca viene cuando le llamo.”
- “Cuando estamos en el parque y llamo a mi perro, no viene.”
- “Mi perro huye de mí cuando quiero llevármelo a casa.”
La llamada es uno de los comandos más importantes que debemos enseñar a nuestro perro, ya que es clave para su seguridad y nuestra tranquilidad. Aprender a que tu perro venga cuando le llamas no solo evitará frustraciones, sino que garantizará que ambos disfrutéis de un vínculo más fuerte y de paseos sin preocupaciones.
Errores comunes en la enseñanza de la llamada
- Llamar a tu perro sin haber trabajado previamente el comando:
Intentar llamar a un perro distraído o en un entorno con estímulos sin que haya aprendido el comando puede reforzar su tendencia a ignorarte. - Usar la llamada en situaciones de inseguridad o tensión:
Si el entorno no es favorable o el perro está demasiado excitado, es más probable que no responda. - Interrumpir lo que disfruta:
Si cada vez que llamas a tu perro es para finalizar algo divertido (como jugar o explorar), asociará la llamada con una experiencia negativa y evitará acudir. - Llamar sin estar seguro de que responderá:
Si tienes dudas de que el perro acudirá, es mejor no usar el comando de llamada. En lugar de arriesgarte a que lo ignore, utiliza la correa larga como herramienta para guiarlo de vuelta hacia ti.
Cómo enseñar la llamada de forma efectiva

Paso 1: Elige el entorno adecuado y usa una correa larga
- Comienza en un lugar completamente controlado y sin distracciones.
- Utiliza una correa larga, de unos 10 metros o la medida que consideres adecuada, que te permita mantener el control mientras le das libertad de movimiento.
Consejo: Mantén la correa suelta, pero si el perro no responde o se distrae, usa ligeros toques en la correa para recordarle que debe venir. Si es necesario, camina hacia él para guiarlo en lugar de llamarlo sin éxito.
Además, si tu perro tiene dificultad para responder, puedes usar un silbato para perros como herramienta adicional, siguiendo el mismo procedimiento que con la palabra clave, pero asociándolo con premios irresistibles.
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Paso 2: Sé su mejor opción
Haz que acudir a ti sea emocionante y positivo. Usa refuerzos que tu perro encuentre irresistibles, como:
- Refuerzo social: Elogios, caricias o atención.
- Comida: Trozos pequeños de algo muy especial (pollo, queso, salchichas).
- Juguetes: Su juguete favorito si es amante del juego.
Mientras lo llamas, camina hacia atrás o corre ligeramente en dirección contraria, usando un tono alegre y motivador. Esto activa el instinto de seguimiento de tu perro y lo anima a acudir.
Importante durante el adiestramiento:
Recompensa no solo cuando llegue, sino también mientras está en camino. Sin embargo, asegúrate de que la recompensa al llegar sea mejor que las anteriores. Todas las recompensas deben ser graduales: no premies más mientras está viniendo que cuando llegue, ni premies más si se detiene a mitad de camino para llamarlo de nuevo. El mayor premio debe ser cuando llega a ti.
Entrenamiento Básico para Perros: Protección, Obediencia y Bienestar
Paso 3: Practica en un entorno controlado
- Con el perro en la correa larga, aléjate unos pasos y llama su atención.
- Usa su nombre seguido de la palabra clave “ven” o “aquí”.
- Acompaña la llamada con movimiento hacia atrás o señales visuales que lo animen a seguirte.
- Si responde y empieza a venir, felicítalo entusiastamente con palabras como “¡muy bien!”.
- Cuando llegue a ti, dale una recompensa superior a las que diste durante el trayecto. Por ejemplo, si usaste elogios mientras venía, al llegar dale un trozo de comida especial o su juguete favorito. Esto refuerza que llegar hasta ti es lo mejor de todo.
Si no tienes claro que vaya a responder, no uses el comando de llamada. En su lugar, utiliza la correa larga para guiarlo hacia ti suavemente, manteniendo la calma y evitando frustraciones.
Paso 4: Incrementa gradualmente los estímulos
Una vez que tu perro venga a la llamada en un entorno sin distracciones, comienza a trabajar en lugares más desafiantes:
- Cambia a un parque o jardín con algunos estímulos (sin perder el control con la correa larga).
- Aumenta la distancia desde la que lo llamas.
- Introduce elementos de distracción, como otros juguetes o personas cerca.
Hazlo divertido: Recuerda hacer el proceso divertido, combinando los estímulos con sus juguetes favoritos o premios irresistibles para mantener su motivación alta.
Paso 5: Alterna recompensas para mantener la motivación
Cuando la llamada esté bien afianzada, alterna los refuerzos:
- Algunos días dale premios sociales (caricias y elogios).
- Otros días sorpréndelo con comida o un juguete especial.
- Mantén esta variedad durante toda su vida para que la llamada no pierda importancia ni se vuelva predecible.
La clave está en graduar los refuerzos: Ajusta el premio según la dificultad del entorno o la situación. Esto mantiene la motivación alta y el comando efectivo.
Este enfoque es clave para enseñar a perros interactivos que disfruten responder a la llamada, incluso en situaciones con mayores distracciones.
Paso 6: Retira la correa progresivamente
Cuando el perro responda consistentemente en diferentes ambientes, comienza a trabajar sin la correa en lugares cerrados o seguros.
Importante: Antes de dejarlo suelto en espacios abiertos, asegúrate de que la llamada esté completamente afianzada y el entorno sea seguro.
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Refuerzo continuo: Alternar y liberar
- Llama a tu perro incluso cuando no haya una razón específica, solo para reforzar el hábito y liberarlo nuevamente como premio. Esto hará que perciba la llamada como algo positivo y voluntario.
- Practica en diferentes contextos para mantener su respuesta activa y confiable.
Consejos para reforzar la llamada
- Nunca llames a tu perro para algo que no le guste, como regañarle.
- Utiliza un tono amable y divertido para llamarlo.
- Premia siempre al perro si viene, incluso si antes hizo algo que no te gusta.
- Si no responde al comando, no lo repitas insistentemente; mejor ve hacia él para guiarlo.
Estos pasos, combinados con refuerzos positivos y herramientas como el silbato para perros, asegurarán que tu perro venga a la llamada incluso en ambientes complejos.
Conclusión
La educación canina no es fácil. Enseñar la llamada requiere paciencia, constancia y refuerzos. Avanza poco a poco, siempre asegurándote de que tu perro te vea como la mejor opción. Si en algún momento dudas de que pueda responder, utiliza la correa larga para mantener el control sin comprometer el entrenamiento.
Con el tiempo, lograrás que acudir a ti sea un hábito natural, incluso en ambientes con distracciones. ¡Conviértete en su persona favorita y disfruta del éxito de una llamada bien trabajada!
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